viernes, 4 de mayo de 2007

CAPÍTULO IV.-LAS FORMAS DANZARIAS EN LOS RITOS FUNERARIOS VUDUISTAS CUBANOS

El vodú es considerado una religión danzaria por excelencia, esta designación parte de la importantísima función que tiene la danza para posibilitar la concreción de ritos y festividades religiosas vuduistas.

Las mismas subdivisiones religiosas del vodú (congó, radá y petró) van a aparecer en las caracterizaciones de sus danzas, definiéndoles estilos y formas identitarias. Como fuente de expresión, la danza va a ser para el vodú uno de los medios comunicativos de la expresión humana más auténtica, desempeñando un gran rol dentro de la vida social por su carácter colectivo y totalizador, no sólo concebido dentro de sectores o grupos clánicos, sino también, dentro de cualquier comunidad para el buen desarrollo de sus expresiones.

La conceptualización de este rito abarca la ejecución de danzas que se vinculan directamente por su contenido con la realización del rito, en el tiempo mismo que ocurre la definición de la persona o en otros espacios o tiempos posteriores, pero que continúan expresando la relación concatenada del rito.

Inicialmente definiré el uso del término danza popular tradicional, a partir de la definición ofrecida por la Dra. Bárbara Balbuena cuando plantea que esta va a ser (…) aquella con motivación religiosa, o sea, que esté dirigida o represente simbólicamente a las divinidades o “seres sagrados” y se realice en un contexto festivo y/o ceremonial de carácter mágico-religioso.

El uso de este término es posible en el caso de las danzas en estudio: fulé y la bandá. Aunque la función fundamental de ellas no van a estar dirigidas a estimular y propiciar el trance-posesión, si tienen el objetivo de establecer nexos de comunicación con las divinidades, en este caso además con los muertos y con loas que representan la muerte. Por lo que van a estar dirigidas a los destinatarios divinos en el caso de la bandá y los destinatarios divinos y humanos en el fulé, concepto definido por el italiano Carlo Bonfliglioli.

Como metalenguaje danzario podemos definir en ambas danzas el accionar de sujetos y acciones en espacio y tiempos determinados, por lo que en el contexto en que se desenvuelven ellos van a cumplir el papel de vincular el rito mismo y sus destinatarios divinos (loas y muertos) con los hombres (destinatarios humanos). Estas danzas ceremoniales van a estar ajena a la relación de parejas.

Existen otras clasificaciones para las danzas en los ritos funerarios por ejemplo la que aporta Catherine Durham en su libro Dance of Haití. Aquí la autora define específicamente la danza bandá con categoría de danza marginal, ubicándola como categoría inmediata entre las danzas sagradas y las danzas seculares.
Por otra parte Michel Lamartiniere define en su libro Les dances folkloriques haitieines, tres clasificaciones: sagradas, profanas y profanadas y especialmente ubica a las danzas sagradas con otras subdivisiones: para cultos, para loas y los funerarios.

Los estudios realizados en Cuba por los especialistas Nieves de Armas y Caridad Santos a través de su libro Danzas Populares Tradicionales Cubanas concluyen con la adopción de otros términos más acordes a la realidad cubana, por lo que conceptualizan otras tres formas de visión de la danza haitiana que son: danzas rituales, danzas laicas y danzas de doble aceptación. Estas definiciones no se encuentran en mi opinión, alejadas de las propuestas por los autores haitianos, pero si ofrecen una mayor posibilidad de agrupamiento a partir de características específicas aparecidas en nuestro país, como resultado de nuevos procesos culturales.

El análisis danzario de carácter ritual o sagrado de antecedente haitiano, posee en nuestro país una gran complejidad, debido a que se observan diferencias apreciables en nomenclaturas, estilos de ejecución, variabilidad de pasos, etcétera. Todo ello debido a la diversidad de regiones de procedencia y a las propias condiciones de las zonas donde estos se asentaron luego de su llegada a Cuba.

Partiendo de los análisis anteriores, definiré para este estudio el uso de los términos de danza ritual empleando coincidentemente por los cuatro autores para las danzas de rituales funerarios. Especifico entonces que en el caso de la danza bandá su clasificación será de danza de doble aceptación o profanada, siendo el resultado de la aceptación dada por M. Lamartiniere, Nieves de ramas y Caridad Santos.

El fulé es entonces una danza ritual debido a que su motivación religiosa posibilita la realización de actos repetitivos dirigidos a lograr la comunicación con las divinidades (loas o muertos) como destinatarios divinos en el marco de las ceremonias fúnebres vuduistas y humanas. La danza bandá es de doble aceptación o profanada debido a que su motivación religiosa va dirigida al logro de la comunicación con los loas en el marco de ceremonias rituales (festivas) o no rituales. Sus destinatarios serán divinos.

IV. 1.- La danza Fulé.

Nuestros informantes no ofrecieron definición de los orígenes o significado del término, a algún tipo de información que me posibilitara brindar una conceptualización del mismo. Tampoco aparece en la literatura especializada consultada o nomenclaturizada. El baile aparece secuencialmente en sus diversos momentos dentro del rito fúnebre como son:

1. Alrededor del féretro en el hounfort, en la funeraria o en casa.
2. Durante el traslado del cortejo hacia el cementerio.
3. Dentro del cementerio.

Por la estructura dancística de sus movimientos puedo definirla como una danza traslaticia, donde la acción del movimiento va a estar en dependencia del lugar donde se realice, es decir, cuando esta danza se ejecuta alrededor del féretro los participantes se moverán haciendo un círculo a favor o contrariamente a las manecillas del reloj o ubicados en líneas frente al féretro.

Durante el traslado del cadáver hacia el cementerio, los participantes en determinado momento sacarán el féretro del cortejo fúnebre y colocándolo sobre hombros, comenzarán a realizar esta danza. Esta acción es también conocida como “bailar el muerto” o “bailar el cadáver”.

Es posible reconocer en la práctica de la santería cubana y su ceremonia llamada Ituto, la realización de este tipo de acción al trasladar el féretro, aunque los pasos de marcha varían en su significado, la connotación del baile es el mismo. A partir de este momento la transición se hace más lenta, pues la ejecución del paso será más espaciadamente hasta llegar al destino final. Ya dentro del cementerio y luego de colocado el cadáver en la tumba, una vez más se hará la danza alrededor del sepulcro dirigidos por el hungán.

El fulé posee un solo paso, al que denominaré paso de marcha o traslación. Es una danza eminentemente colectiva y socializadora. Posee una gran carga dramática y simbólica, pues los danzantes le imprimen grandes connotaciones y afectivos. Se relacionan con otros códigos como el sonoro, por el fuerte y constante uso de sonidos producidos por los propios danzantes, en este caso pateos en el piso, gemidos o sonidos guturales, gritos, exclamaciones y también sonidos hechos con objetos al golpear contra el suelo con palos y sonar campanas o chachá. Es importante recordar que es una danza no parece en ningún momento acompañamiento musical, por lo que su ejecución va a estar liderada por el ritmo del hungán, quien propiciará con sus sonidos o movimientos de objetos la continuidad de la realización del paso de todos los participantes.

Tomando las definiciones brindadas por el maestro Ramiro Guerra para el estudio, clasificación y demarcación del folklore en sus cuatro niveles, puedo definir que la danza fulé pertenece, a partir del contexto en que ella se realiza, en un 1er nivel de ubicación debido a que se desenvuelve en su más puro estado, o sea en el foco folklórico. Se mantiene ligada internamente al rito y a su imperativo social. Es un tipo de danza que no se hace para ser observada por otro grupo de persona, sino para ofrecer una comunicación y comparecencia interior de los danzantes y exterior hacia quienes va dirigido, el cadáver y los loas funerarios.

Esta danza a partir de la estructura del movimiento y su significado se va a desarrollar en:

a) Espacios Totales y Parciales: Se hará de forma total en el velorio al danzarse alrededor del féretro o colocados frente a este y expandirse hacia los laterales. También durante el tiempo de traslación o marcha hacia el cementerio.

Se hará un espacio parcial en estos mismos momentos cuando los ejecutantes sólo marcan el paso en su lugar sin ocurrir la traslación o cambio de espacio.

b) Niveles: El uso del nivel medio, colocándose el cuerpo con las piernas semiflexionadas.

c) Direcciones: Las direcciones obedecen al uso del espacio en el tiempo. En el espacio parcial las direcciones del paso serán delante-detrás o lado-lado (izquierda-derecha). En los momentos de marcha la dirección del paso será delante-detrás consecutivamente.

d) Tiempo: Ocurre mayormente a tiempo lento y muy acentuado. Durante períodos de traslación puede provocarse mayor rapidez en el marcado del paso. El ritmo es llevado interiormente y el tiempo es guiado por el hungán con sonidos o gestos.

e) Diseños Espaciales y Corporales: El diseño del fulé es simétrico por sucesión. Óptimamente el diseño sugiere estabilidad y monotonía. Los diseños espaciales comprenden el uso de círculos o formaciones en líneas.

f) Acciones Básicas: Estas acciones básicas o acciones de esfuerzo básico estudiadas por Rudolf Laban van a estar determinados por los factores que la comprenden: tiempo, energía, espacio, flujo y peso. Veremos que en esta danza aparece la acción golpear, que ocurre constantemente al marcar el paso golpeando directamente el piso. Es un movimiento dirigido, siendo en un espacio directo y a su vez pesado.

g) Gestos: Los gestos van a estar caracterizados por desarrollarse muy cohesionados con todo el proceso ritual. A partir de las clasificaciones que realizara Doris Humphey sobre el gesto, observo la presencia de diversos gestos en la danza fulé, entre ellos encontramos:

 Gesto Emocional: Se vincula a todas las acciones que ocurren entre los danzantes referidos a sus estados anímicos. Se pueden realizar gestos típicos de la expresión de tristeza como sacudidas de cabeza significando la no aceptación de la pérdida del fallecido o la confirmación e indicación al cadáver de su próximo destino o vida espiritual.

 Gesto funcional: Es visible en esta danza a partir de los pasos y acciones del velorio y traslado del cadáver. Es una acción que relaciona al fallecido con los participantes en el acto en cuestión.

 Gesto Ritual: está presente siempre, fundamentalmente en los actos que se realizan dentro del hunfort, durante la travesía del traslado al cementerio y en el concepto mismo del rito.

En correspondencia con la mitología religiosa voduista la danza fulé corresponde a un suceso dramático donde se contextualiza cada acción externa (dígase participantes o religiosos) con la interna (familiares, ejecutantes, religiosos) y con cada una de las partes estrictamente organizadas del rito.

Descripción del Paso:

Posición Inicial: Pies colocados en primera paralela, brazos al lado del cuerpo, piernas semiflexionadas, torso ligeramente hacia delante.

Cabeza: Se puede mantener con la mirada al frente o también hacia el piso.
Primer tiempo: De la posición básica, el pie derecho se planta delante, el pie izquierdo levanta el talón del piso apoyando solo el metatarso. El peso del cuerpo estará en el centro y cuando el pie va hacia delante se acentúa la semi-flexión. Se marca el movimiento hacia la tierra. Los brazos subirán flexionados al nivel de los codos hasta el nivel medio de los lados del cuerpo. Durante el 1er tiempo estos iniciarán un movimiento de oscilación hacia delante que concluirán durante el 2do tiempo.

Segundo tiempo: Inmediatamente después de plantar en el 1er tiempo, el pie izquierdo se apoyará al lado del derecho, quedando ambos paralelos.

Tercer tiempo: El pie izquierdo se colocará en un paso hacia detrás (posición inicial). Los brazos oscilarán también hacia detrás en la misma posición.

Cuarto tiempo: El pie derecho se colocará dando un paso hacia detrás, al lado del izquierdo para concluir el movimiento.

La consecutiva repetición del movimiento es la esencia de este paso, que igualmente podrá realizarse en direcciones laterales (Ver Anexo III).

IV.2.- La danza Bandá.

Esta danza logra la integración armónica de los gestos de sexualidad con la expresión de la muerte. Es baile que introduce la dicotomía de la vitalidad y el erotismo dentro de ritos funerarios a través de la espiritualidad de los loas Guedé.

Bandá es baile por excelencia de los Guedé. Según explican Nieves Armas y Caridad Santos el loa Papá Quedé proyecta las características de un personaje de salón francés, en su baile se contonea y se muestra muy elegante. Para Haití la presencia de Papá Guedé será como emisario del Barón Samedí y su doble sexualidad será expresada por sus gestos eróticos, lenguaje y vestuario.

El bandá funcionará como una reproducción de secciones rituales pero también como símbolo de procreación o más comúnmente interpretada para dar placer al espíritu de la muerte o como entretenimiento. Estas funciones pueden ser específicamente explicadas como formas de escape o conflictos emocionales. Es una danza para expresar sentimientos personales y proveer al que llora de una forma común de expresión mental del dolor, combinado con un período de vigilia al fallecido con profunda profanidad. Son momentos de solidaridad comunitaria exteriorizados a través del canto y el baile.

A partir de la aceptación a la realidad cubana, la danza bandá de los loas Guedé no va a funcionar enmarcada al día 2 de noviembre (día de los fieles difuntos) apareciendo por las calles multitud de personas posesas cantando y bailando de manera obscena y provocando con sus aptitudes reacciones en los observadores, como sucede en Haití. En nuestro país esta danza se va a asociar contextualizada dentro de situaciones específicas:

1. Durante el rito fúnebre.
2. En diversas celebraciones rituales festivas.
3. Como proyección artística en festividades institucionales.

Al observar el primer aspecto es posible destacar un importante detalle. La aparición de algún loa Guedé mientras se oficia el rito fúnebre, sólo ocurrirá si el fallecido era un houngán o una mambó que poseía algún “tratado” con los tipos de loas. De lo contrario, ellos no aparecerán durante el rito aunque el objetivo vaya dirigido al logro comunicativo con estos. Al estar poseído sobre algún “caballo de los misterios” bailará e indicará diversas acciones.

La danza de Guedé relacionada con cualquier otra celebración ritual-festiva, tiene como característica primordial que el loa no va a poseer a ningún “caballo de los misterios” hasta pasado la 12:00 p.m., momento ideal para iniciar su baile. Muchas veces la danza dura hasta el amanecer manteniendo su acepción ritual, y los participantes podrán danzar junto a él a ritmo de mazún.

Como proyección artística en festivales institucionales vamos a encontrar la representación de los Guedé concebida en las diversas agrupaciones tradicionales folklóricas. La danza bandá formará parte de un extenso repertorio artístico que comúnmente poseen los colectivos cultivadores del género popular tradicional haitiano.

En este estadio podemos considerar la danza como un espectáculo teatral desvinculado del ritual y su ubicación. Según la clasificación realizada por el maestro Ramiro Guerra, se encontrará en un tercer nivel dentro de los estudios de la danza folklórica, denominada proyección folklórica, dado que se considera como expresión cultural de valores folklóricos, independiente del foco originario. La acción folklórica se va a realizar en función de un trabajo técnico especializado, que sin salirse de las fronteras tradicionales, va a ampliar y estilizar la manifestación dimensionándola como foco comunicativo a nivel del espectáculo teatral.

La danza bandá logra establecer con el espectador una conexión impresionante, toda vez que el nivel gestual y dramatúrgico que emplean los Guedé al danzar, provoca gran espectacularidad. Contribuye con ello la labor del coreógrafo, quien utiliza los pasos y características propias del loa para organizar un discurso danzario. Posee varios pasos básicos y variantes, las cuales no poseen denominación específica, pero en función de este estudio serán nomenclarizados. El baile puede ser ejecutado por un solista o un conjunto, generalmente interpretada por hombres.

El maestro Ramiro Guerra, refiriéndose a la danza bandá, expone que (…) posee un ritmo sacudidor y de alegre paroxismo. Es altamente improvisatoria y llena de burlescos episodios con desbordado uso de la pelvis…

Este baile posee una gran carga erótica en sus movimientos que a su vez son profundamente miméticos. Los Guedé utilizan su pantomima con gran extravagancia, acentuando los movimientos rotativos y atacados de los hombros, caderas, torso y pelvis.

Los códigos sonoros durante el baile se muestran con el abundante uso de ruidos eufóricos, la nasalización de la voz y un típico grito o exclamación que repetirá secuencialmente. La música tiene una importante vinculación con el desarrollo danzario, debido a que la composición de las frases musicales de ocho tiempos provoca un remate que será el mismo que hará el danzante con movimientos atacados del cuerpo usando además su bastón. También el toque del ritmo mazún contribuye a exhalar el intenso juego erótico que se establece entre el danzante y las personas que participan junto a él.

Desde la expresión de la forma y estructura del movimiento y su propia estética, esta danza se va a desarrollar en:

a) Espacios Parciales y Totales: Los desplazamientos van a tener una gran recreación dentro del espacio parcial, pero será en mayor medida en el espacio total. El Guedé gusta de desplazarse abiertamente por el espacio mostrando su excentricidad y arrogancia. Baila en espacios parciales pero inmediatamente corre, salta y gira, para dirigirse a cualquier lugar y continuar así constantemente en activa movilidad con absoluta libertad.

b) Niveles: Emplea los niveles al aire (saltos), medio, bajo y piso indistintamente. El más utilizado es el medio. El nivel alto o aire corresponde a los pequeños saltos que realiza Guedé al rematar la frase de ocho tiempos musicales. Estos saltos los hacen en el espacio parcial. El nivel bajo puede aparecer, por ejemplo, cuando coloca una rodilla en el piso o la propia flexión pronunciada de piernas en uno de sus principales pasos básicos. Las vueltas o giros a nivel del piso no son utilizados con recurrencias pero son admisibles en algún momento de la improvisación danzaria.

c) Movimientos naturales de locomoción: Son empleados los movimientos caminar, saltar, girar y correr.

d) Direcciones: La libertad improvisativa del baile posibilita que las direcciones de los movimientos sean hacia delante y hacia las diagonales (derecha o izquierda delante) mayormente.

e) Tiempo: El tiempo es lento y acentuado.

f) Diseños Espaciales y Corporales: El diseño espacial del bandá es asimétrico por oposición y sucesión, es decir, predominará la óptica visual de desequilibrio, pero a la vez de energía y vitalidad en el movimiento. La recreación de los diseños corporales combina la asimetría con la simetría. Prevalece la contraposición del movimiento en diferentes partes del cuerpo, especialmente entre piernas y brazos. Las piernas trabajan colocadas en forma paralela, con las rodillas flexionadas y con una pronunciación en la segunda posición abierta.

g) Acciones Básicas: Como acciones del esfuerzo básico aparecen en esta danza: golpear y vibrar. La acción de golpear está implícita en el momento que Guedé concluye una frase músico – danzaria de ocho tiempos, acentúa o golpea el piso con su bastón y con todo el cuerpo profundiza la acción. También golpeará con la cabeza, en dirección derecha y luego izquierda en posición lateral. El movimiento será rápido, dirigido y firme, haciéndose con flujo conducido. La acción más explícita de esta danza se expresa en el movimiento vibratorio, el uso del torso, los hombros, brazos y la pelvis, serán las zonas donde se concentrarán estas acciones. Estos movimientos serán súbitos, firmes y flexibles, realizándose con flujo libre.

h) Gestos: El gesto social se observa en la relación de Guedé con las personas participantes y se expresa en los brazos y saludos que él realiza con quienes le rodea. El gesto emocional se muestra en los momentos en que el danzante alegre abraza a las personas, pero a la vez se disgusta ante alguna situación o incumplimiento que haya existido por parte de la familia religiosa. El Guedé realiza acciones de satisfacción, pero también de burla, gestos obscenos y grotescos típicos de él. El gesto ritual y emocional se observa fundamentalmente en las acciones rituales que se desarrollan durante el acto fúnebre dentro del hounfort este gesto ritual se relaciona o combina con el funcional en este mismo acto fúnebre con las maniobras que efectúa el Guedé en su accionar relativo con el fallecido.

Descripción de los pasos.

Paso Básico: Va a ser aquel que se identifica como el más utilizado y a su vez sirve de base a algunas variaciones. En esta danza existen 3 pasos básicos y diversas variantes.

Paso Básico Caminado:

Posición inicial: Pies colocados en primera paralela, brazo izquierdo al lado del cuerpo, brazo derecho tomará el bastón colocándolo debajo de su axila derecha o simplemente tomado por un extremo del bastón. Piernas semiflexionadas y torso erguido.

Primer Tiempo: El derecho se planta delante acentuadamente, profundizando la flexión de la rodilla. El pie izquierdo arcará sobre el metatarso quedando el talón al aire. Los brazos oscilarán subiendo y bajando hacia delante hasta llegar a la altura del pecho.

Segundo Tiempo: El pie izquierdo se colocará delante con iguales características descritas en el primer tiempo. Alternadamente se realizará este paso con la peculiaridad de un fuerte marcado del mismo (golpeado). El cuerpo se mantendrá en nivel bajo (piernas flexionadas), oscilando arriba-abajo los brazos o sosteniendo el bastón con la derecha y moviendo sólo el izquierdo. El peso del cuerpo se trasladará hacia el pie que marca delante igualmente sucederá con la intención del torso.

Variante: Este paso es posible ejecutarlo de igual forma a la descrita anteriormente, pero con el cuerpo en el nivel medio y sin acentuar la flexión de rodillas (Ver Anexo IV).



Paso Básico Ladeado de Rodillas.

Posición inicial: Pies colocados en segunda paralela sobre los metatarsos, piernas flexionadas, torso erguido. Brazo derecho con el bastón debajo de la axila y brazo izquierdo colocado relajado al lado del cuerpo. Este paso se hace avanzando o retrocediendo (dirección delante-detrás) y la dirección del cuerpo será hacia las diagonales derecha e izquierda.

Primer Tiempo: El pie derecho avanzará hacia delante, colocado sobre el metatarso, el peso del cuerpo se mantendrá en el centro y ambas rodillas se virarán junto al resto del cuerpo hacia la diagonal derecha. Los brazos se mantendrán oscilando arriba-abajo. La cabeza se ladeará al lado derecho.

Segundo Tiempo: Ocurre igual descripción pero comenzando hacia delante con el pie izquierdo.

Variante: Aparece como variante que el marcado de los pasos hacia la derecha o izquierda se hará un poco más deslizado por el piso y necesariamente la elevación sobre los metatarsos de los pies deberá ser menor (Ver Anexo V).

Paso Básico Cruzado a 4ta Larga:

Posición inicial: Pies colocados en segunda paralela, piernas semi-flexionadas y torso erguido. Los brazos tomarán por ambos lados el bastón. Cabeza erguida con mirada hacia delante. Es un paso de 3 tiempos musicales.

Primer Tiempo: El pie derecho cruzará por delante del izquierdo mientras este eleva un poco el talón. Los brazos con el bastón tomado por ambos lados subirán por delante hasta la altura del pecho. El torso se inclinará un poco hacia delante.

Segundo Tiempo: Durante los primeros instantes de este segundo tiempo ambos pies transitarán colocados (derecha cruzada por delante e izquierda paralela detrás de éste) sobre el metatarso para en otro instante salir por el aire el pie izquierdo hacia el lateral izquierdo.

Tercer Tiempo: El pie derecho se plantará en el lugar mientras el izquierdo que transitaba hacia el lateral izquierdo quedará colocado paralelo al derecho, formando una cuarta larga. En esta posición el torso se virará hacia la diagonal contrario al pie que quedará estirado al lado. Los brazos bajarán con fuerza delante, otorgándole una acentuación al movimiento que también completará el torso. El paso continuará orgánica y consecutivamente cruzándose por delante o también por detrás cuando el desplazamiento es hacia esa dirección.

Variante: Este paso se podrá realizar de igual manera que la estructura descrita anteriormente, pero cambiará el uso del tiempo para hacerse sólo a dos tiempos musicales por lo que la transición de un lado a otro será más dinámica. El uso del bastón podrá ser colocado debajo de la axila o tomado por un extremo marcando el tiempo fuerte de la música.

El torso podrá acentuarse con el tiempo fuerte (3) o simplemente se virará hacia las direcciones diagonales. Ha sido posible observar además, del uso de movimientos rotativos continuos de los hombros que con gran maestría logra una atractiva contraposición y asimetría óptica del movimiento. Deseo significar que este paso reafirma la fortaleza de Guedé sobre la tierra, por ello es observable la energía que se le imprime (Ver Anexo VI).

Existen otros pasos más simples y figuras que no son posibles observar en todas las agrupaciones que en su repertorio artístico bailan Guedé a partir de las concepciones y posibilidades improvisativas que posee esta danza. Expondré algunos ejemplos estudiados.

Paso de Marque Delante-Detrás: El danzante colocado en primera paralela con ambos brazos sobre las caderas o sosteniendo en el derecho el bastón y con el izquierdo en la cadera. Sacarán el pie derecho delante para colocar el talón y regresar en el segundo tiempo a la posición inicial. El pie izquierdo quedará en el lugar sosteniendo el peso del cuerpo. Esto podrá hacerse con el pie izquierdo hacia la diagonal derecha o hacia la dirección delante.

Paso cepillado: Colocado en primera paralela, torso erguido y piernas semiflexionadas. Ambos brazos tomando el bastón en el nivel alto (sobre la cabeza). Los pies al unísono cepillarán el piso colocados sobre el metatarso. El cepillado será siempre hacia delante a un tiempo. Este paso tiene similitud con el cepillado del baile del mambo, perteneciente a los bailes populares o de salón cubanos. Por su poco uso entre los danzantes haitianos a mi juicio, este paso ha sido asimilado e integrado al folklore francohaitiano, por lo que estamos ante un proceso de reincorporación de nuevos elementos danzarios cubanos.

Posición Segunda Paralela:

Esta posición será utilizada con mucha frecuencia después de concluir cualquier otro paso como combinación. Colocados en segunda paralela y piernas flexionadas (en algunas ocasiones se utiliza una segunda flexión de piernas). Ambos brazos sobre las caderas o con el bastón colocado en el piso delante. El torso, los hombros y la pelvis harán fuertes movimientos en círculos o vibratorios, estableciendo un juego con las frases musicales y los movimientos atacados de estas partes del cuerpo.

El vestuario para interpretar esta danza bandá es también bastante libre en nuestro país, pero comúnmente se trata de lograr un acercamiento a las características de estos loas. Es posible entonces ver pantalón y camisa de diseño común, por lo general de color negro o blanco. Sombrero de yarey, corbatas, bolsa que contiene polvo blanco, colocada de forma atravesada diagonalmente sobre el pecho. Otras interpretaciones conciben el uso de chaquetas o frac con sobreros de pompas fúnebres negras. Por otro lado, es posible también emplear mayot elastizado sobre el cual se dibuja el esqueleto humano.

El rostro puede ir cubierto por alguna máscara con imagen cadavérica o simplemente pintado de blanco. Las fosas nasales y los oídos se taparán con algodón. Esta danza es bailada descalzos.

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